¿Sabías que la contaminación por colillas de cigarro es una de las causas más fuertes de contaminación a nivel mundial? A pesar de las regulaciones para impedir que se fume en muchos espacios públicos, los fumadores siguen dejando colillas de cigarros tiradas.
Las colillas de cigarro pueden tardar varias décadas en desintegrarse, ya que están hechas de materiales no biodegradables y están llenas de químicos. Durante los años que tardan en desintegrarse, las sustancias químicas de las que están hechos los cigarrillos, se filtran en el suelo, contaminando así el agua y perjudicando a la flora y fauna que entran en contacto con las colillas.
Los cigarrillos pueden ser extremadamente dañinos para el medioambiente (además de que cultivar tabaco es en sí un proceso tóxico), y el humo que producen los cigarrillos contribuye también a la contaminación ambiental.
Los cigarrillos electrónicos, por otro lado, no producen humo así que tienen un riesgo mucho menor para la calidad del aire. La mayoría son reusables y requieren únicamente una pequeña cantidad de vapor en cada uso. Muchos también operan con baterías y comúnmente se recargan con un puerto USB.
Para desecharlos, en lugar de tirarlos al suelo o aventarlos por la ventanilla del auto, los cigarrillos electrónicos pueden reciclarse y así evitar el desperdicio y ayudar al medioambiente.
Los cigarrillos electrónicos no sólo ayudan a reducir la adicción de fumar, sino que también pueden ayudar a reducir el impacto en el medioambiente.