El pasado 8 de agosto del 2016, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) concluyó una ley para regular todos los productos de tabaco, en un esfuerzo para mejorar la salud pública. Esta ley prohíbe la venta de productos de tabaco a menores de edad y requiere que los fabricantes de tabaco sometan sus productos a una revisión antes de lanzarlos al mercado.
Aunque los cigarrillos electrónicos no contienen tabaco, y a pesar del hecho que no hay evidencia válida que sostenga el argumento de que son dañinos para la salud pública, los cigarrillos electrónicos también se incluyen bajo esta nueva ley.
Mitch Zeller, Doctor en Jurisprudencia y Director del Centro de Productos de Tabaco de la FDA, dice que esta ley se ha impuesto para prevenir que ciertos productos se vendan sin que sus ingredientes sean revisados.
La FDA acepta que algunos productos de tabaco son potencialmente menos dañinos que otros, pero argumentan que “se necesita más evidencia” para productos tales como los cigarrillos electrónicos. Creen que la toxicidad reducida de los cigarrillos electrónicos, menor en comparación a los cigarrillos convencionales, significa que potencialmente reducen enfermedad y muerte, pero les preocupa que los jóvenes puedan volverse adictos a la nicotina, a pesar de que algunos cigarrillos electrónicos no contienen nicotina.
Esta nueva ley preocupa a los defensores de la industria de cigarrillos electrónicos, quienes dicen que la aprobación previa al lanzamiento al mercado llevará a pequeños negocios a la ruina, ocasionando que menos productos sean producidos y sólo por las grandes compañías de tabaco, dando a los consumidores opciones muy limitadas.
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